Más de un millón de emprendedores que han montado una sociedad mercantil en España han visto con sorpresa, cómo su cuota mensual se ha incrementado en enero un 22%.
El Real/Decreto Ley 16/2013 del Gobierno aprobado justamente al inicio del período navideño, fija que, desde el 1 de enero de 2014, los autónomos que en algún momento del ejercicio anterior tengan contratados a diez o más trabajadores, cotizarán sobre la misma base mínima que la de los trabajadores del grupo 1 del Régimen General. Es decir, la base mínima pasa de 858 a 1.051 euros, con la consiguiente subida de casi 60 euros al mes en la cuota de autónomos. Este aumento también afecta a los denominados autónomos societarios (administradores, socios con el control efectivo de la sociedad, etc.). Quedan exceptuados de la subida por un período de doce meses, los autónomos que se den de alta inicial.
El resto de autónomos, personas físicas, tampoco se han librado de las subidas. La base mínima de cotización ha pasado de 858 a 875 euros, un 2% más.
Estas son las famosas “medidas” de la Ley de Emprendedores y las consabidas rebajas a las cotizaciones sociales que se prometían para autónomos y empresas.
La medida se antoja claramente contraria al sentido común de cara a posibilitar más recorrido a la incipiente recuperación económica. Y además choca frontalmente con las anteriores actuaciones del Gobierno, esas sí bien servidas de propaganda, que pretendían dar impulso al autoempleo, como la “tarifa plana para autónomos”.
Somos de la opinión de que este comportamiento del Gobierno ha sido vergonzoso. No sólo por el fondo, colocando una piedra más en la mochila de los extenuados autónomos en forma de incremento de cotizaciones, sino también por la forma, impropia de un Gobierno que pretenda mantener un mínimo sentido de autoridad. Decreto aprobado de tapadillo, sin la más mínima transparencia y publicidad, aprovechando unas fechas navideñas donde pillan a los ciudadanos y operadores con la guardia baja. Técnica jurídica lamentable, que incluye una subida de gran calado por afectar a un número millonario de cotizantes, en la letra pequeña, en una disposición adicional de la norma.
En definitiva, todo diseñado para que los autónomos no advirtieran el palo hasta que la Tesorería no ha metido mano a las carteras en forma de cuota de autónomos domiciliada en cuenta bancaria.
Esto es lo que hay.
La necesidad recaudatoria de las arcas de la Seguridad Social ha podido más que el apoyo a la consolidación de las empresas y empresarios individuales ya existentes. Veremos cómo afecta la medida, pero podemos pronosticar que en algún grado engrosará la economía sumergida.
José Angel Hernando
Gestión de empresas